NUESTRAS CONVICCIONES
(Componentes de una Cultura Bíblica)
Creemos que La Biblia es la Palabra de Dios
Esto significa que Dios habla por medio de ella. En la Biblia esta todo lo necesario para conocer a Dios; su carácter, su forma de actuar y su voluntad para su pueblo y su mundo en todos los tiempos y lugares. En la Biblia encontramos la forma verdadera de relacionarnos con Dios en los términos verdaderos.
También creemos que por medio de la Biblia podemos conocernos a nosotros mismos porque Dios nos revela nuestro verdadero y grave estado sin él. En IJEC creemos que la Biblia es relevante para la persona hoy porque allí encontrara la verdad de Dios y descanso para el alma, en ella encontrara la paz verdadera y el camino a la plenitud.
Creemos que Jesús el Hijo de Dios
y el único medio para reconciliarnos con el Padre para así poder estar con él, y disfrutar de él para siempre.
Cuando decimos que Jesús es el Hijo de Dios no queremos decir que es menos Dios que el Padre, sino que es diferente al Padre y al Espíritu Santo, pero de la misma naturaleza divina.
Jesús es Dios encarnado, 100% Dios y 100% hombre, y por eso su vida y sacrificio en la cruz es suficiente para nuestro perdón. Como ser humano el recibió el castigo en representación de todos los seres humanos, y por ser Dios su sacrificio es de eficacia y costo infinito, y con esto, él se hace a sí mismo nuestro rescatador para siempre.
Creemos que conocer a Jesús es conocer a Dios y que al creer y confiar en Jesús somos transformados en hijos de Dios.
Creemos que el Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad
Quien garantiza nuestra unión con Dios para siempre y nos guía a toda la verdad de Dios. El Espíritu Santo es quien capacita al creyente para vivir la vida que Dios pide ser vivida, lo que se llama la santificación. No creemos que el Espíritu Santo sea un poder impersonal que sale de Dios porque vemos en la Biblia que el Espíritu es capaz de enseñar, dar testimonio, intercede u orar en favor de otros. Él conoce los pensamientos de Dios y revela lo que quiere. Él decide repartir algunos dones según su voluntad. Él prohíbe o deja hacer ciertas actividades a quien quiere. El Espíritu habla, el Espíritu evalúa y aprueba o desaprueba un curso de acción del creyente. El Espíritu Santo se entristece por el pecado en la vida de los creyentes.
Con todo esto creemos que el Espíritu tiene personalidad y carácter propio de una persona, diferente al Padre y al Hijo pero igualmente divino en sus cualidades, poder y gloria.
Creemos que los 39 Artículos, el Libro de Oración Común, y las Confesiones Históricas
Son conforme a la enseñanza Bíblica, y adherimos a ellas. Como anglicanos estamos principalmente bajo la autoridad de la Biblia, pero también respondemos a las autoridades y Cánones provinciales de la Iglesia Anglicana de Chile.
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